Los sistemas de frenado de nuestro vehículo son una de las partes críticas en cuanto a seguridad, ya que una avería en los frenos aumenta el riesgo de accidente.
Este riesgo es aún mayor en invierno, una estación donde la nieve, heladas y lluvias son frecuentes.
Para hacer vuestra conducción más segura os dejamos cuatro alertas que pueden avisar de un posible problema con el sistema de frenos y que nos ayudarán a evitar problemas derivados del mismo.
Atascos en el freno de mano
La suciedad y la sal pueden suponer un gran problema para el freno de mano de nuestro vehículo, llegando incluso a bloquear e impedir que el coche pueda detenerse si se acumulan en grandes cantidades.
Un freno de mano más duro de la cuenta puede indicar que comenzamos a sufrir un problema por acumulación de suciedad. Para evitarlo y prevenirlo lo mejor es lavar el vehículo a menudo, poniendo el foco en el chasis y suspensión.
Pastillas de freno chirriantes
La suciedad y la humedad pueden hacer estragos en nuestras pastillas de frenos y ser uno de los principales motivos por los que emitan chirridos al activarse. Este sonido tan desagradable nos avisa de que algo no va bien.
Cuando esto sucede debemos comprobar su estado, ya que no solo disminuye su capacidad de frenado, sino que pueden terminar perdiendo todas sus propiedades.
Pérdidas de líquido
Los frenos no solo dependen de la pastilla o el disco para activarse, también es necesario que entre en acción el líquido de freno.
Unas líneas de frenos en mal estado pueden provocar filtraciones de este líquido y terminar provocando un fallo generalizado. Para prevenir esto debemos revisar la parte inferior del coche a menudo para ver si dichas líneas están corroídas y repararlas en caso de ser necesario.
Sensaciones raras al pisar el pedal
Uno de los indicativos más claros de que algo no va bien es la sensación de pisada en nuestro pedal de freno.
Si notamos que la pisada es demasiado blanda puede deberse a varios motivos, entre ellos un líquido de frenos deteriorado. Lo ideal en este caso es comprobar nuestro depósito, ver si el líquido está endurecido y proceder a su sustitución por completo si fuese necesario.
El invierno es una época clave que pone a prueba el buen estado de nuestro vehículo, sobretodo en cuanto a frenos se refiere. Uno de los principales sistemas de seguridad en nuestro coche y el responsable último de la seguridad en la conducción.
Por todo ello es importante que estemos atentos a las señales de deterioro que pueden producirse y a su reparación en caso de ser necesario.